viernes, 3 de julio de 2015

La obesidad y su relación con la psicología

¡Que tema tan de moda vine a escoger hoy!, todos nosotros, sin importar edad, sexo, cultura, religión, nacionalidad, estamos viviendo una campaña constante contra el sobrepeso, sabemos las implicaciones para la salud que conllevan una vida sedentaria con una mala alimentación, nos preocupamos por lo que comemos y si no, por lo menos sabemos qué es saludable y qué no.


Mucho se ha hablado ya de las consecuencias físicas y médicas de tener unos kilos de más, también conocemos las sociales, que en algunos casos dificultan a las personas encontrar pareja, ser aceptados en grupos escolares o trabajos, etc. Pero hay algo que pocos aceptan o conocen y es el hecho de que la psicología juega un papel primordial aquí, las personas con sobrepeso no lo son por gusto, hacen dietas muy diversas, se inscriben al gimnasio, se limitan en alimentos, incluso se someten a tratamientos médicos y cirugías extremas para lograr reducir tallas y kilos y finalmente llegan a su meta, la mantienen unos meses y vuelven a subir de peso ¿por qué?, hicieron todo lo que estaba a su alcance, pero olvidaron una parte fundamental que ha todos nos controla sin que nos demos cuenta: la mente. 

Ya lo decía Freud, no gobernamos ni en nuestra propia casa, y con esto se refería a que la mente nos juega trucos para lograr (o no lograr) alguna cosa ¡y ni siquiera nos damos cuenta!, si, extraño pero así funcionamos. 

Así pues, en el caso de la obesidad, existen factores psicológicos que impiden que la persona logre su objetivo de bajar de peso y ser más saludable.

Primero lo primero: los factores biológicos, en nuestro cerebro existen muchas sustancias que nos ayudan al buen funcionamiento del mismo, a "comportarnos" de maneras aceptables y a sentirnos bien, estos son los llamados neurotransmisores, de los cuales ya habíamos hablado en otras entregas del diván. Entre ellos están la serotonina y la dopamina, de acuerdo con estudios científicos realizados en personas obesas, una alteración en los niveles de cualquiera de estos dos puede hacernos preferir los alimentos chatarra o altos en carbohidratos sobre los saludables, también, una dopamina baja puede contribuir a que el individuo busque comer más para sentirse mejor y así nivelarla hasta puntos aceptables para el cerebro. 

Por otro lado, tenemos los factores psicológicos, aquí caen las personas que comen cuando sienten ansiedad o nerviosismo (para sentir satisfacción y mitigar las emociones negativas), las que al deprimirse o pasar por una situación muy triste comen de más y desde luego, las que siempre han tenido sobrepeso, recaen en cada intento por bajar y ya se acostumbraron a ser así. 

Estos últimos tienen mucho trabajo por hacer en una terapia psicológica: ¿por qué el conformismo?, ¿qué te hace sentir ser así, como te afecta? y una pregunta muy profunda que requerirá el apoyo de un profesional para lograr escarbar en la mente hasta encontrar la respuesta: ¿qué es para ti la obesidad, qué simboliza en tu vida que no puedes dejarla ir?.

Como verán cada paciente tiene su historia y por lo tanto no es posible encontrar de una vez y en un solo lugar las respuestas. Eso depende de cada quien, de su vida, de sus emociones. 

Este artículo va para quienes de verdad ven en el sobrepeso un problema, para quienes esos kilos afectan de manera negativa su vida, su trabajo, sus relaciones y que han intentado mil formas de bajar y parece nada resultar de sus esfuerzos. ¡Acérquense a un profesional!, lo mejor sería trabajar en conjunto: médicos, nutriológos y psicólogos o psiquiatras, para poder atacar el problema desde todos sus puntos, si dejamos uno olvidado corremos el riesgo de una recaída. Recordemos que este es un problema integral: físico y psicológico, que puede además verse afectado por factores hereditarios y de costumbres, así que tratémoslo de esta manera y no nos olvidemos de ninguna de sus variables.

Como siempre, espero les sea útil esta información y si quisieran ahondar más en el tema pueden contactarme directamente dejando un comentario en este blog o escribiendome en www.facebook.com/eldivandelorena

¡Saludos!






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