lunes, 25 de mayo de 2015

Consecuencias psicológicas del aborto

¡Vaya tema controvertido que he elegido para hoy! 

Por todos lados nos saturan de información, de publicidad, de ideas a favor o en contra del aborto. Todos participan: religiosos, políticos, fanáticos, conservadores y liberales, todos tienen algo que aportar al tema, pero en este artículo no expondré mi postura personal ni si opino a favor o en contra, solo expondré de una manera que espero sea muy clara, las implicaciones psicológicas posteriores a un aborto, ya sea provocado o espontáneo. Después ustedes podrán cambiar su postura o continuar pensando igual pero con más información.

Antes que nada, definamos aborto inducido y espontáneo, el primero se realiza con el consentimiento de la madre, es un procedimiento médico y forzado para evitar que un bebé continúe creciendo en el seno materno y nazca.

Por otro lado, tenemos el aborto espontáneo, este tipo de aborto lo hace el cuerpo de manera natural, por alguna razón que puede ser enfermedad, accidente, fallas en el embarazo, etc., el bebé muere antes de nacer sin que haya sido intención de la madre terminar el embarazo. 

Ahora si, como es lógico pensar, ambos tipos de aborto traen consecuencias psicológicas importantes en la madre y personas cercanas, pero no son iguales ya que en una era el deseo de la madre terminar el embarazo y en la otra no lo era. 


Consecuencias del aborto inducido:
 
Después de someterse a un aborto voluntario, se sufre lo que se conoce como Sindrome Post Aborto, entre las consecuencias más esperadas podemos encontrar un gran sentimiento de culpa por haber exterminado a su bebé, este sentimiento desecandenará pensamientos negativos, pérdida de autoestíma, remordimiento. 

El hecho de pensar que es a su propio hijo al que han rechazado puede generar sentimientos muy fuertes que, si no son tratados a tiempo y en forma, persiguirán a la madre y quienes hayan participado en la decisión un buen tiempo. 

Otros síntomas característicos en personas que han decidido abortar son:
  • Ideas suicidas
  • Sensación de pérdida
  • Ira
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Pesadillas
  • Pérdida de interés por el sexo
  • Finalización de su relación en pareja
  • Nostalgia al pensar lo que hubiera sido conocer al bebé y quererlo
  • Obsesión por recordar la fecha de muerte y la que iba a ser la fecha de nacimiento.
Existen testimonios en los cuales las mujeres afirman que si hubieran sabido la tristeza y pena que las acompañaría por siempre hubieran decidido diferente. 

Consecuencias del aborto espontáneo:

En estos casos la historia es diferente, las madres deseaban a sus hijos pero por razones naturales el embarazo se interrumpió abruptamente. Aquí, las impliciaciones psicológicas son más similares a las de un duelo por  muerte.

Entre las que se pueden presentar están:
  • Negación
  • Miedo
  • Depresión
  • Finalmente aceptación
 Como vieron, son consecuencias muy diferentes en ambos casos, en el primero la culpa y el arrepentimiento son las protagonistas, en la segunda, la tristeza que se sentiría por la muerte de cualquier familiar se hace presente. 
 
Si estos sentimientos fueran muy fuertes o recurrentes aún habiendo pasado más de un año del aborto, es recomendable buscar ayuda psicológica profesional para lograr manejar el duelo y las emociones negativas.  

Les dejo también un testimonio de una chica que decidió abortar y cómo vivió el Síndrome post aborto del que hablamos anteriormente:
 
 

Recuerden que cualquier duda o comentario pueden contactarme en www.facebook.com/eldivandelorena y agradeceré sus likes y shares.

¡Saludos!

miércoles, 20 de mayo de 2015

¿Tu matrimonio no es lo que esperabas? Ideas para resolverlo

Parece haber pocos momentos más emocionantes en la vida de una pareja de novios que el decidir casarse, desde el primer momento pareja y familia se vuelcan sobre las decisiones de la boda, invitados, fiesta, comida, lugar de la recepción, vestido de la novia, música, etc etc etc. 

Cada uno de los novios comienza a formarse una idea de cómo será su nueva vida, que hará, como funcionará, que espera y que no desea que suceda, muchas veces estas ideas se empiezan a crear desde la juventud y adolescencia, parte de ellas estará influenciada por los matrimonios que han conocido a lo largo de la vida y desearán ser o no como ellos. 


A estas ideas o fantasías que se van formando les llamaremos contrato individual y cada uno dentro de la pareja tiene el suyo, pero normalmente no se lo comunican a nadie porque sienten que es algo lógico pensar así, que todos pensarán igual y lo dan por hecho. ¡Error garrafal!, nadie piensa como uno mismo ni nosotros sabemos qué pasa por la mente del otro, por mucho que lo conozcamos y por muchos años de noviazgo que nos respalden, siempre habrá sorpresas una vez iniciada la vida en matrimonio y es aquí donde los contratos individuales de cada uno chocan provocando los famosos y tan comunes: conflictos de pareja. 

No es raro oir decir a las parejas casadas en el consultorio: "es que me casé pensando que sería diferente, estoy decepcionad@, no es lo que esperaba". 
Y ¿cómo querían que fuera si en ningún momento platicaron con su pareja acerca del contrato individual de cada uno?.

La comunicación es la base de toda relación sana y fructífera, si ya te encuentras en este punto en tu matrimonio, lo mejor será que comienzen a platicar entre ustedes: ¿qué es lo que esperan, qué les gusta, qué no? y empiecen a planear juntos, en equipo, qué objetivos de estos contratos individuales son viables y cuales son imposibles, cómo llegarán a ellos y lo que cada uno debe hacer y cambiar para mejorar y apoyar a este nuevo contrato que estan realizando. Ya no será un contrato individual, será uno completamente nuevo, uno donde ambos hayan participado y estén de acuerdo. 

Procuren hacerlo en un momento en que ambos estén de buen humor, tranquilos y con tiempo, si lo tratamos de hacer a la carrera o enojados, simplemente no funcionará y estará condenado a fallar desde el primer minuto.

En este nuevo contrato deben tratar temas como: 
  • El dinero: cómo lo manejarán, quien lo aporta, quien lo administra
  • Tipo de compañia esperada: fidelidad, dependencia, exclusividad, etc.
  • Hijos: si desean tenerlos o no, cuantos y  cuando
  • Responsabilidades del hogar: quien es el responsable de cada una
Desde luego que existen muchos temas más que pueden incluir y estos son solo ejemplos de cómo deben hacer su nuevo contrato.

El último punto, quizá el más importante de todos, es tener ganas e intenciones de cambiar. No sirve de nada hablarlo, hacer un nuevo contrato, darle miles de vueltas e incluso ir a terapia de pareja sino se esfuerzan por mejorar y cambiar para hacer que la unión funcione.

Espero les haya sido útil esta información, agradeceré sus likes y shares y recuerden que pueden contactarme en www.facebook.com/eldivandelorena o dejando un mensaje en este blog en la sección de abajo.

¡Saludos!

 

martes, 19 de mayo de 2015

¿Miedo a salir de casa? La vida de un agorafóbico

La agorafobia se define como el miedo a lugares abiertos o muy concurridos, el encontrarse en sitios públicos, de dificil acceso o salida pueden incrementar la ansiedad de quienes sufren estre trastorno.

Aunque su origen puede ser diverso y no se conoce uno específico, se presenta generalmente en personas que han tenido crisis de angustia o ataques de pánico y sienten temor de volver a presentar estos episodios en un lugar abierto, donde no pueda salir rapidamente y en el que además sea dificil conseguir ayuda. 


Los sintomas que se presentan en la agorafobia son muy similares a los del trastorno de pánico y ansiedad generalizada, principalmente aparecen los siguientes:
  • Miedo a estar solo o unicamente con desconocidos
  • Miedo a alejarse de casa
  • Sudoración
  • Taquicardia
  • Mareo
  • Temblor de extremidades
  • Sensación de estar fuera del cuerpo o de estar dentro de una burbuja
Con el fin de evitar estos molestos sintomas, la persona permanecerá en su casa por periodos prolongados y buscará cualquier pretexto para no salir ya que es común que no externen sus temores ni sentimientos a los demás por vergüenza o falta de comprensión. 
Como se imaginarán la vida de una persona que padece agorafobia no es agradable y para ilustrarla mejor les platicaré el caso de un paciente que sufrió esta sintomatología.

Se trata de una joven que rondaba los 23 años, siempre había sido una persona ansiosa y preocupona, pero sobrellevaba sus emociones y lograba una vida normal. Un dia salió a la tienda y estando allí una señora mayor se le acercó y le pidió ayuda alegando que se sentía mareada y sin fuerzas, la jóven no supo cómo reaccionar y corrió a buscar ayuda pero ningún empleado estaba cerca, para cuando se dió cuenta, la señora había perdido el conocimiento.

Por fortuna otras personas que estaban alrededor se acercaron a ayudar y en poco tiempo la mujer se sintió mejor, no había sido más que una baja de azúcar pero para la chica fue la gota que derramó el vaso de agua.

A partir de ese momento comenzó a sentir temor de salir a la calle o de estar sola, temía que le sucediera lo que a esta señora y no encontrara ayuda justo cuando la necesitara, como ocurrió en este caso.

Al principio pensó que sus sentimientos serían pasajeros y que pronto los superaría pero no fue así, cada vez más y más buscaba maneras de no salir a la calle y si no podía evitarlo entonces pedía a alguien que la acompañara. 

Para disimular su angustia decía que no le gustaban los restaurantes, ni el cine, ni viajar, ni ir a tiendas, todas eran cosas que realmente disfrutaba pero simplemente ya no podía hacerlas porque el miedo era tal que llegaba a tener ataques de pánico, lo cual aumentaba su temor y la hacía volver a su casa sientiendose cada vez más inutil y deprimida.

Llegó a tal punto su miedo que acostumbraba salir con una botella de refresco de Cola en su bolsa, esto la tranquilizaba un poco porque sabía que si se le bajaba el azúcar (como le sucedió a la señora de la tienda), unos cuantos tragos la harían sentir mejor, pero por dentro también sabía que ella nunca había padecido bajas de azúcar y que todo estaba en su mente y era totalmente absurdo.

Cierto día despertó sintiendo que ya era sufienciente, sentía envídia de sus amigos que podían disfrutar la vida y ser felices sin problemas y estaba cansada de estar encerrada buscando pretextos y mintiendo a todos para no salir y disimular su ansiedad, decidió buscar ayuda, acudió con un psiquiatra quien la diagnosticó con trastorno de pánico con agorafobia y le mandó medicamentos para disminuir la ansiedad mientras trabajaba sus emociones con un psicólogo recomendado por el psiquiatra.

Al principio del tratamiento pensó que no había solución, que ni las medicinas ni la terapia le ayudaban, pensó en desistir y resignarse pero con el paso de las semanas se fue dando cuenta de que estaba volviendo a hacer cosas que ya había dejado, que podía caminar en la calle y que podía salir sola de nuevo, esto la motivó y la impulsó a seguir su tratamiento.

Ahora, 10 meses después de haber comenzado la terapia y los medicamentos, lleva una vida practicamente normal, algunas situaciones la angustian y el recordar los episodios de pánico que sufrió la ponen muy nerviosa, pero puede manejar mucho mejor sus emociones y no permite que escalen hasta el cielo, gracias a la terapia ahora tiene herramientas para hacerlo.

Desde luego que esta mejoría no se da en ningún caso de un día para otro y hay que intentar lo que provoca temor para poder vencerlo, es un trabajo de dias, semanas y meses, pero da frutos.

Si vives una situación similiar o tienes dudas o comentarios recuerda que puedes contactarme en este blog o por facebook: www.facebook.com/eldivandelorena

¡Saludos!



lunes, 18 de mayo de 2015

Anorexia y bulimia: información desde la experiencia de vida

Todos alguna vez hemos oído de la anorexia y la bulimia, los que ahora tenemos menos de 35 años fuimos atiborrados de información al respecto, cómo evitarla, qué hacer para no caer en estos trastornos, cómo identificar los sítnomas de alarma en nosotros mismos o en amigos. Y es que antes no se sabía mucho al respecto, pocos estudios de la psicología se enfocaban a estos trastornos, pero ahora es difierente, existen campañas muy fuertes al respecto para tratar de revertir las alarmantes cifras que día con día aumentan, se culpa a la sociedad, a la mercadotecnia y publicidad, a los productos light y a las modelos, pero ¿es todo esto el orígen del problema?. A mi parecer no es así, pero vamos viendo algo de información y después ustedes me dirán cuál es el verdadero orígen. 


 Tanto la anorexia como la bulimia se dan en la adolescencia, aunque la realidad es que cada vez se extienden más en niñas y en adultos jóvenes que ya no cabrían dentro de la categoría de adolescentes. Las más afectadas suelen ser las mujeres, aunque también algunos hombres las padecen pero en una proporción menor.  

A pesar de verse como dos trastornos independientes, habría que aclarar que generalmente van de la mano, es decir, se comienza con una y posteriormente se adquiere la otra, presentando ambos trastornos al mismo tiempo.

La anorexia se caracteriza por la evitación total o parcial de alimento para mantenerse delgado, algunas personas comienzan evitando solo algunos tipos de comida que pueden ser dañinos para la salud, pero con el tiempo cada vez más alimentos se agregan a la lista, incluso los más saludables, hasta llegar a un punto en el que consumen muy pocos o ninguno y en cantidades muy pequeñas.

La bulimia por su parte, funciona a la inversa, las personas que la padecen buscarán darse atracones de comida sin importar si es saludable o no, comerán hasta sobrepasar la saciedad y posteriormente se inducirán el vómito para no absorber todo lo que consumieron y así evitar engordar. 

En ambos casos los jóvenes que las padecen manejan niveles de ansiedad muy altos, además de que tienen una imágen corporal distorcionada, al verse al espejo verán lonjas, grasa, celulitis, cuando en realidad están claramente en los huesos, aquí es donde es trastorno psicológico aparece, la mente los engaña, les hace ver gordos y desagradables para el resto del mundo, cuando en realidad están excesivamente delgados y todos a su alrededor notan que su pérdida de peso ha llegado muy lejos.

Actualmente, la tecnología a veces no ayuda y para fomentar este tipo de problemas tenemos varios foros y blogs donde los chicos intercambian dietas y consejos para continuar con su trastorno, se ayudan y echan porras cada vez que bajan de peso o logran dejar de consumir algún alimento, es por esto que lo digo ahora y lo diré siempre: Papás y mamás por favor, estén siempre atentos a lo que sus hijos ven en Internet, no solo por este tipo de páginas tan dañinas sino por que hay muchos peligros ahi para ellos, ¡no los descuiden!

Pero volviendo al tema de la anorexia y la bulimia, desde el punto de vista de la psicología, este tipo de pacientes generalmente está lidiando con lo que llamamos un edipo no resuelto, esto quiere decir que en algún momento de su niñez se sintieron faltos de afecto o de identificación con alguno de sus padres, no entraré más en detalles al respecto ya que es tanta la información que hay de esto que podría escribir un tratado solo con la explicación del edipo, nos quedaremos solo con la parte de que un edipo no resulto conlleva baja autoestima, inseguridad y temor de ser rechazado, por lo tanto, al llegar a la adolescencia estos chicos buscan ser aceptados, tener el mejor cuerpo y ser los más guapos para darse seguridad, pertenecer a un grupo de amigos, ser atractivos al sexo opuesto y mejorar así su autoestima. 

Desde luego que todo esto es inconsciente, ellos no saben que todas estas ideas están pasando por su mente, pero con psicoterapia y trabajando sus recuerdos y emociones pueden llegar a comprenderlo y así dejar estas conductas nocivas por unas más saludables. 

Ahora si, pasemos a la parte de la experiencia que prometí en el título de este artículo: hace ya algunos años (más de los que quisiera admitir), tuve muy de cerca un caso de anorexia extrema, era una compañera de la preparatoria, a quien conocía desde la primaria, era una niña simpática y antes de caer en este trastorno era de complexión normal, no flaca, no gorda, simplemente normal. 

No sabría decir exactamente que la llevó a sentir que necesitaba mejorar su figura, pero recuerdo que comenzó a privarse de algunos alimentos que consumía frecuentemente, cada vez más y más se iban agregando a la lista de los "no consumibles" ya fuera por los carbohidratos, el azúcar, la sal, la grasa, etc, etc. Debieron haber pasado dos o tres años desde que todo comenzó hasta que realmente tocó fondo. 

Para cuando estábamos en el último año de preparatoria era realmente grave la situación, casi nunca iba a la escuela, el cansancio y la anemia no se lo permitían, cuando iba se quedaba dormida sobre el escritorio toda la mañana, era incapaz de mantener la atención en clase y ya no hablemos de tomar apuntes o estudiar para un examen y es que el cerebro trabaja solo con glucosa y sin esta en el organismo le estamos pidiendo imposibles, el cuerpo busca entonces otras fuentes de energía pero ¿qué pasa si no se come nada de nada? ¡pues no las encuentra! y cuando esto sucede empieza a consumir las reservas que tiene pero en estos casos tampoco hay reservas ya, así pues, su salud empezó a deteriorarse, perdió la menstruación, el pelo se le caía y todos los dias corría a la báscula, si había subido 100 gramos o 200 ya era ganancia.

Vanos fueron los esfuerzos de maestros y compañeras por ayudarla y es que en estos casos lo que se necesita son médicos, nutriólogos, psicólogos y psiquiatras alrededor, en equipo, los cuatro, si faltara uno de estos los resultados no serán tan favorables ni tan rápidos. 

El apoyo familiar es importantísimo también, debe haber comprensión y mucha paciencia, recordemos que estos pacientes no se dan cuenta de lo que les sucede internamente ni del dolor que causan en las personas que les rodean y les quieren ver bien. 

Así pues, nuestra amiga terminó con mucho esfuerzo la preparatoria, se inscribió entonces en una universidad, pero como era de esperarse no tuvo éxito y dejó inconclusa la licenciatura, hoy por hoy vive pero no vive. Hizo demasiado daño a su cuerpo y su cerebro lo resintió, ya no es capaz de valerse por si misma y necesita ayuda y compañía todo el tiempo, perdió gran parte de la memoria a largo plazo e incluso ha olvidado sus épocas en la escuela y a sus amigas.  

El objetivo de escribir todo esto tiene dos partes: una de ellas va dirigida a quienes viven con estos trastornos y quieren salir del problema, para que busquen ayuda, existe solución, hay remedio para esto, pero como dije arriba, necesitan apoyarse de un equipo de profesionales para lograrlo, con la sola voluntad no se podrá. 

La otra parte va para quienes tienen cerca a alguien así, se que a veces es dificil y se pierden los estribos con facilidad, lo comprendo, pero deben saber que lo que ellos necesitan es atención profesional y apoyo, comprensión, paciencia. No servirá de nada gritar, regañarlos, humillarlos, solo los harán sentir menos de lo que ya se sienten y esto empeorará la situación. 

Espero que esta información les haya ayudado y como siempre, quedo abierta a recibir comentarios o dudas, recuerden contactarme por facebook en: www.facebook.com/eldivandelorena o en este mismo blog en la sección de abajo para comentarios.

¡Saludos!


 




jueves, 14 de mayo de 2015

Implicaciones psicológicas en la infertilidad

¿Qué pasa cuando a una pareja se le confirma que no será capaz de tener hijos propios?

Pues bueno, suceden muchas cosas, para ponerlo de una manera gráfica se podría decir que el piso sobre el que estaba parada y sustentada la pareja  comienza a moverse y se puede romper haciendo que se caigan ambos integrantes o que aprendar a aferrarse con mayor fuerza para mantenerse en pie.


Las ideas e ilusiones que todas las parejas se hacen al pensar en formar una familia se desmoronan, la presión social por tener hijos, los amigos y familiares que ya los tienen suelen empeorar la situación, hay envídia y enojo hacia quienes si pueden concebir, aún sin tener malas intensiones. 

La concepción que se tenga de la paternidad puede no ayudar mucho, esta será diferente en cada cultura, en latinoamérica por ejemplo, se le ve como algo muy importante, casi primordial en un matrimonio, después de cierto tiempo de casados, si la pareja no ha tenido hijos, todos empiezarán a preguntar, a elucubrar, a imaginarse por qué razón no están esperando todavía y esta tensión solo agrega más ansiedad a la pareja.

 Cuando nos topamos con un problema de infertilidad en consultorio lo primero será trabajar en la aceptación de este hecho, muchas veces alguno de los dos no acepta la realidad y se encuentra en una etapa de negación, así que habrá que ayudarle a aceptar que la situación no cambiará pero que se puede superar el duelo que conlleva, la tristeza. También es importante eliminar los sentimientos de culpa que aunque a veces están ocultos muy probablemente surgan en algún momento de la terapia. 

En el caso de que se sepa quién de los dos es el que no puede tener hijos será necesario trabajar en sus sentimientos (que pueden ser de inferioridad y culpa por no poder complacer a su pareja) y en los que su consorte pone en él y sus propios deseos.

También se ayuda a decidir y esclarecer la concepción que tienen ellos mismos hacia su propia vida en pareja, si se visualizan juntos sin hijos o si no pueden verse solos y cómo resolver este tema. 



En algunos casos hay rupturas, en otras la relación continua, en otras se opta por la adopción... Hay muchas soluciones para cada caso y cada pareja, recordemos que todos somos diferentes y  a cada uno le funcionará mejor una salida distinta.  

Esperando que les haya sido útil y les  haya ayudado a disipar algunas ideas, les dejo mi pagina de facebook para que me contacten si lo sienten necesario www.facebook.com/eldivandelorena o pueden hacerlo en este mismo blog en la sección de abajo para mensajes.

¡Saludos!








miércoles, 13 de mayo de 2015

¿Cuándo te propones una meta siempre fracasas? Puede ser miedo al éxito

Si, así como lo leyeron, el miedo al éxito, a triunfar, a alcanzar objetivos aunque no sean muy ambiciosos, existe.


Cuando una persona tiene miedo de triunfar no lo sabe, es algo inconsciente que lo hace fallar en cada intento que haga, se puede atribuir el fracaso a la suerte, a Dios, al ambiente, etc etc pero en muchas ocasiones ninguno de los anteriores es el culpable, sino uno mismo poniendose trabas sin darse cuenta.
Esta condición puede darse en personas que realmente tienen miedo a fracasar y este miedo es tan potente que los hace "meterse el pie" así mismo para tener un buen pretexto para no haber logrado su objetivo y así excusarse con las personas que les rodean. Puede relacionarse con otros miedos, como el temor al ridículo. 

Una característica de las personas que sufren este problema es la necesidad de reconocimiento de su comunidad, pero, al tener una baja autoestima y poca confianza en si mismos sienten que no merecen triunfar y entonces se harán boicot tras boicot para no lograrlo.

Con en todos los casos, el orígen de este problema dependerá de cada persona y su situación particular, pero en general las causas pueden ser: 
  • Tener una idea de éxito exagerada, verlo inalcanzable y merecida solo por algunos a quienes se tendrá en un pedestal muy alto. 
  • Comentarios negativos hacia la persona o su trabajo, hacerle sentir que nada de lo que hace cumple con los objetivos y que es mediocre
  • Dar demasiadas resposabilidades o muy complicadas tareas a un niño que por su edad aún no puede cumplirarlas, podrá generar un trauma que lo haga sentir miedo a fracasar cada vez que intente algo.
Cualquier duda o comentario ya saben donde encontrame, pueden contactarme por este blog escribiendo en la sección abajo o por facebook: www.facebook.com/eldivandelorena

¡Saludos!
 

 

domingo, 10 de mayo de 2015

Padres de niños con discapacidad a ellos ¿quién les ayuda?

No son pocos los casos en los que los padres salen del consultorio del médico con la noticia de que su bebé tiene alguna discapacidad o enfermedad que le impedirá desarrollarse normalmente. Cuando esto sucede, la novedad puede volverse realmente desgarradora para quienes la reciben, ya sean familiares o amigos de los padres del bebé, se convierte en una situación complicada de manejar a nivel emocional, no solo por la angustia inmediata que se sucita, sino también por todo lo que ocurre y ocurrirá durante la vida de este niño.
Todos se vuelcan sobre el bebé para recibirlo, ayudarlo y acompañarlo en lo que pueda necesitar, pero nadie realmente se pone a pensar en lo que está sucediendo en la mente de sus padres, lo que sienten, lo que piensan, lo que les angustia, lo que les duele. Y es a ellos a quien va dirigido este artículo, a los padres de estos niños que pasan los días muy acompañados y ayudados por fuera, pero muy solos por dentro, porque nadie más que ellos comprende lo que les está pasando.

Se dice que el saber que se está esperando un bebé es una de las mejores noticias que puede recibir alguien, pero también, cuando va acompañada de la confirmación de una discapacidad en el feto se vive algo así como un duelo y ahora les explicaré porque.

Cuando un bebé nace con una discapacidad, la imagen que la madre tenía de él y de su vida se ve deteriorada, cuanto más si este bebé era un proyecto materno que le daba gran ilusión.

Al recibir la noticia de que su bebé no será lo que tenían en mente y tampoco podrá seguir el camino que siguen los demás niños en su desarrollo, la ilusión se desmorona y esto genera un sentimiento de tristeza profundo en ambos padres que irá acompañado de una sobreprotección al niño que puede afectarle más que beneficiarle, con esto quiero decir que hay muchos padres (no solo de niños con discapacidad) que al sobreproteger al niño no lo dejan desarrollarse, todos los niños sin excepción tienen necesidad de explorar, de moverse, de conocer más, si no se los permitimos pensando que no son capaces de lograr nada, nunca sabremos que en realidad pueden lograr mucho si los apoyamos, si los impulsamos. 
El miedo de los padres a hacer las cosas mal, a equivocarse es completamente normal, pero es importante superarlo y dejar a los niños hacer lo que puedan y para saber qué es lo que pueden hacer debemos darles autonomía, seguridad y confianza, no es necesario decirselos con palabras, las actitudes, las miradas e incluso la ansiedad que podamos tener ante ellos se transmite de mil maneras y ellos lo sienten.

Pero volvamos a la comparativa con el duelo, cuando perdermos a un ser querido pasamos por varias etapas psicológicas que pueden durar más o menos en cada persona, pero lo que si es real es que todos pasamos por todas y cada una de ellas. Cuando los padres se enteran de la discapacidad de su hijo pasan por las mismas etapas que en el duelo y es muy importante superarlas todas para así poder ser unos padres plenos.

La primer etapa es la negación, es decir, negar que la noticia es real y pensar que puede haber un error. La segunda es el enojo, posteriormente viene la negociación que es cuando tratamos de convencernos de cómo es en realidad la situación analizando pros y contras de la misma. La cuarta etapa es la tristeza y la quinta y última: la aceptación de los hechos. 

Es muy frecuente ver personas que no llegaron a la quinta etapa y se encuentran atorados en alguna de las anteriores sin siquiera darse cuenta, si sientes que estás en esta situación trata de analizar lo que sientes y porqué para averiguar como pasar a la siguientes etapas, recuerda que es muy importante tanto para ti como para tu pareja e hijo el que estés en la mejor forma emocional posible. 

 Para más información, ayuda, asesoría u orientación, puedes contactarme por este blog o por www.facebook.com/eldivandelorena, me encantará poder ayudarte.

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¡Saludos!








viernes, 8 de mayo de 2015

Síntomas de abuso sexual en niños


Desgraciadamente, en nuestra sociedad cada vez más enferma, el abuso sexual en niños es una realidad frecuente, muchos son los pequeños que desde muy tempranas edades han tenido que lidiar con esta situación y para nuestra mala suerte ninguno está excento.

El abuso sexual en niños se puede dar casi en cualquier lado: escuelas, clubes deportivos, parques e incluso en el propio hogar, lo más frecuente es que el abusador sea alguien cercano al niño, incluso de la famila, así que estemos bien atentos a los mensajes que el comportamiento de nuestros pequeños nos mandan. 

Es importante aclarar que abuso sexual no es lo mismo que violación, aunque en el caso de la psicología ambas llegan a marcar de manera permanente al niño. La violación es un acto mucho más cargado de agresividad, violencia e incluye penetración, en el caso del abuso no la hay. 

A continuación los síntomas más comunes en estos casos:
  • Pesadillas continuas: generalmente relacionadas con monstruos,  navajas, ambientes agresivos y hostiles.
  • Insomnio
  • Irritación de pene o vagina
  • Enuresis: niños que ya controlaban esfínteres en la noche comienzan a orinar mientras duermen
  • Retraimiento: pierden ganas de socializar y jugar
  • No permiten que nadie los toque y se muestran desconfiados y nerviosos incluso ante muestras de amor normales
  • Baja de calificaciones y distracción
  • Autoagresión
  • Estreñimiento en niños que antes no padecían este problema
  • Fobias
  • Falta o pérdida de apetito
  • Dificultad para sentarse
  • Interés repentino por el sexo y autoestimulación 
  • Imitación de conductas sexuales que no tendría por que conocer a su edad
                                                                         
Para poder hablar de que un niño ha sido o está siendo abusado tendría que cumplir varias de las anteriores, ya que una por si sola no es suficiente y puede tener otro origen.


Si detectamos alguna de las actitudes anteriores en nuestro niño será muy importante hablar con él, escucharlo, en ocasiones los niños no quieren hablar del tema, pero en otras piden a gritos que se les ponga atención y lo hablan abiertamente.

Otra cuestión importante es creérles, en ocasiones nos vienen con la noticia de lo que su tio, papá, vecino les ha hecho y como es alguien en quien nosotros confiamos no les creemos. Por favor no caigamos en este error, los niños no inventan este tipo de cosas, si pueden ser muy imaginativos, pero estos temas deben atenderse y no tratarse a la ligera. 

Recordemos que un niño abusado sexualmente crecerá con una marca en su personalidad y en su mente difícil de quitar, lo mejor en caso de comprobar un abuso es canalizarlo a un profesional para evitar un daño aún mayor a su integridad y ayudarlo a superar el trauma.


Como siempre esperando les haya sido de utilidad esta información, pueden cotactarme por la sección de mensajes de este blog o via mi correo: lorena.amescua83@gmail.com

Gracias por sus likes y shares.

¡Saludos!
 


jueves, 7 de mayo de 2015

Problemas de pareja ¿por qué no nos entendemos?




Con mucha frecuencia llegan al consultorio matrimonios o parejas que llevaban una relación de ensueño hasta que "algo" se rompe y ahora discuten todo el tiempo, no se entienden, han empezado a distanciarse y no saben por qué. 

Las razones pueden ser múltiples, todos los casos son diferentes, la cosa se complica cuando hablamos de dos personas porque entonces las variables que intervienen se multiplican y enredan entre ellas dejando poco espacio para ver lo que originó el problema inicialmente. 

Las parejas discuten frente al terapueta como si fueran dos niños frente a la cuidadora de la guardería: gritan, se interrumpen, no se escuchan, definitivamente llevan una relación conflictiva y el primer síntoma que se deja ver es que cada uno tiene una idea diferente de "como debe ser" la relación en pareja y se empeñan en lograr que así sea sin tener en cuenta las ideas del otro ni sus características personales y familiares. 

En los matrimonios o uniones participan las personalidades de ambos, sus desos, sus fantasías y aunque digan que no ¡sus familias y sus ideas!. En el caso de la personalidad de cada uno, podría escribir un tratado de muchas hojas acerca de cómo dependiendo la personalidad que tenemos es lo que buscamos en el otro y nos complementamos, pero este no es tema para hoy, haré uno con esta información más adelante para no dejarlos con curiosidad, pero por lo pronto les diré que en una relación donde no hay consonancia no hay mas que conflictos y existen tres rubros que afectan para que no logremos esta consonancia: los esquemas individuales, el perfil del consorte y la proyección de la pareja a futuro.

  • Los esquemas indivuales: es importante saber quienes somos, conocernos interiormente con profundidad, para así poder saber qué queremos y buscamos y así relacionarnos con personas que coincidan con estos ideales. 
Cada uno de nosotros tiene una imágen (aunque sea inconsciente) de lo que nuestra pareja debería ser, si al elegirla no concuerda con la idea que tenemos mentalizada, es muy probable que empecemos a encontrarle fallas y cosas que no nos agradan y no sabremos ni siquiera por qué. Comenzaremos a exigirle que cambie y la respuesta ante esto será lógica: "¡pero si tu me conociste así!, ¿por qué ya no te gusto como soy?".

  • El perfil del consorte (pareja): después de conocer nuestras expectativas, debemos imaginarnos qué buscamos en la otra persona, por ejemplo: que sea colaborador, símpatico, independiente, con posición económica estable, que le gusten o no los niños, etc. Cuando tenemos estas características claras debemos optar por alguien que las cumpla, de otro modo tendremos por pareja a alguien que no es lo que queremos, no se interesa por lo que buscamos y al no tener mucho en común no habrá sintonía y por ende tampoco entendimiento.
  • Por último tenemos la proyección de pareja a futuro: si pensamos compartir el resto de nuestra vida con una sola persona es muy lógico saber qué quiere para el futuro, como y dónde se ve en algunos años y si coincide con lo que nosotros proyectamos para nuestra propia vida.
  • No es raro encontrar parejas que después de una etapa de noviazgo feliz, una boda de telenovela y una vida hermosa entran en conflicto por que no sabían que para uno de ellos tener hijos era primordial y para el otro sería una carga. 
También se han dado casos donde la religión de cada uno es diferente y parecía no importar y cuando llega el momento de decidir algo que tenga que ver con esta, los problemas y desacuerdos no se hacen esperar y ambas familias intervienen activiamente avivando la llama del rencor y el enojo en la pareja.

Y estos son solo ejemplos, también tenemos problemas por el dinero, el lugar de residencia, la educación de los hijos, etc etc etc.

Todo esto suena muy útil cuando aún no se tiene pareja y se puede todavía racionalizar la decisión de  unirse a una persona o no. Pero cuando ya se está casado o en una relación formal y problemas de este tipo surgen ¿qué se puede hacer?.

Aquí tenemos varías opciones, una de ellas es hablar con la pareja, atención: dije "hablar" no gritar, insultar, manotear y demás. Buscar un momento en que estemos tranquilos y en que la pareja este receptiva, es decir, no intentar hablar de lo que pensamos y llegar con el corazón en la mano cuando la otra persona está concentrada en alguna actividad que no puede postergar o cuando estamos de mal humor o enojados. Si hacemos esto solo lograremos que la otra persona se cierre y no quiera escucharnos y terminaremos en pleito.

Otra opción es intentar cambiar nuestra actitud y automaticamente la actitud de nuestra pareja cambiará, no es necesario decir nada, a veces las acciones dicen más que mil palabras y el cambio será inmediato en ambas partes. 

Por último, si el problema parece ser cada vez mayor, no encontramos salida, no podemos más y las cosas no se ven prontas a solucionarse, lo mejor será acudir a una terapia de pareja. Muchas veces, un terapeuta logra ver desde fuera de la problemática lo que la pareja desde dentro no ve, puede ayudarles y orientarlos para mejorar su dinámica diaria y en caso de que los problemas sean tan grandes que no haya solución, les ayudará a separarse de la mejor manera, sin hacer de este divorcio un conflicto más y mayor de los que ya tienen. 

Espero que les haya sido útil esta información, recuerden que me encantará responder a sus dudas y comentarios que pueden dejar en la sección de abajo o via: www.facebook.com/eldivandelorena.

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martes, 5 de mayo de 2015

¿Qué tipos de terapia hay?¿Cuál es mejor para mi?

A muchos nos han sugerido o hemos pensado ir a terapia psicológica para mejorar nuestra calidad de vida, para resolver algún problema que tengamos o para conocernos mejor. Sea cual sea la razón, lo más común es ir con algún terapeuta que nos recomienden, simplemente preguntamos a nuestros conocidos los datos del terapeuta con el que van y agendamos una cita.

Este es el proceso más común para llegar al consultorio, pero no es precisamente el mejor, debemos pensar que un psicólogo no es como un doctor que sin importar dónde estudió nos curará, los psicólogos tenemos diferentes formaciones, todos estudiamos la licenciatura en psicología pero posteriormente podemos inclinarnos hacia una u otra corriente de psicoterapia y es aquí donde el paciente debe decidir quién es el mejor para tratar su caso.


Las psicoterapias pueden dividirse según la duración de la misma en tres:
  • Larga duración: 
Se extienden a más de un año, el psicoanálisis por ejemplo es la típica terapia dentro de esta categoría, puede incluso llegar a durar 5, 10 o hasta 15 años. La frecuencia de las sesiones puede ser de tres a cuatro veces por semana. Aquí se analizará con profundidad la vida y pasado del paciente, el terapeuta no lo orientará y hablará poco. En este tipo de terapia se puede hablar y analizar el contenido de los sueños. Es ideal para personas con problemas acarreados desde la infancia, eventos traumáticos que no se han podido superar, con malestares como depresión, tristeza, ansiedad y miedos de orígen desconocido.  

  • Mediana duración:
Estas terapias suelen durar varios meses sin llegar a tantos años como las anteriores, aquí estamos hablando de varias sesiones que se llevarán a cabo solo una o dos veces por semana. Dentro de esta categoría encontramos por ejemplo las terapias cognitivo conductuales y la logoterapia, las cuales nos ayudan a modificar nuestra conducta para ser más funcionales en la vida diaria, mejoran actitudes y ayudan a lograr una readaptación integral a las actividades de la vida. Los candidatos perfectos para este tipo de terapias son personas con fobias específicas, enojo ante una situación determinada, adicciones, ansiedad y tristeza generalizadas. Ayudan a re-aprender a reaccionar ante ciertas situaciones antes las cuales no se está siendo funcional con las reacciones aprendidas. 
A diferencia de las terapias anteriores, en esta no se analizarán los sueños, los terapéutas serán más participativos y se hablarán de eventos diarios más que del pasado y experiencias infantiles.
 

  • Terapias cortas o breves:
Pueden ser tan cortas como consistir en solo una o dos sesiones. Generalmente se llevará a cabo una vez por semana y suelen atraer pacientes con un problema específico pero que son funcionales en todos los demás ámbitos de la vida. La participación del terapeuta es activa, reorienta y aconseja al paciente, ayudan a remover síntomas y a tomar de nuevo el control y la sensación de alivio.
Suelen contener las emociones fuertes que pueden salirse de control y ayudan en momentos de crisis.

¿Cómo sabré cuál es el tipo de terapia adecuado para mi?

Esto dependerá en gran medida de la problemática que presentes, si tu conflicto es espontáneo y no sabes manejarlo (por ejemplo la muerte súbita de un familiar, un divorcio, una adicción) lo mejor sería acudir a una terapia breve o de mediana duración.

Si por otro lado, sientes que tu problema ya viene de mucho tiempo atrás, que necesitas hablar y ser escuchado, si viviste situaciones traumáticas que no has podido superar o problemas en tu niñez y además cuentas con tiempo, disposición y recursos económicos para llevar una terapia de más de dos años, entonces el psicoanál¡sis es para ti. 

Sea cual sea tu elección, siempre tendrás la oportunidad de cambiar de corriente terapeutica o de psicológo en caso de que no sientas mejoría o no te sientas a gusto por el motivo que sea. 

Si necesitas ayuda o tienes comentarios o preguntas no dudes en contactarme, encontraremos la solución a tu problema.

Puedes escribirme a mi correo: lorena.amescua83@gmail.com, vía este blog dejando un comentario en la sección de abajo o por facebook: www.facebook.com/eldivandelorena.

¡Saludos!







domingo, 3 de mayo de 2015

La adopción: una mirada desde la psicología

Un tema controvertido, complicado, con mucho pero mucho fondo y tela de donde cortar, tanto así que me es dificil comenzar a escribir. 

Suena lindo, altruista, romántico decir: "mi pareja y yo queremos adoptar un niño", y ¡claro que lo es!, no es nada fácil permitir la entrada de un desconocido a nuestro hogar, a nuestra intimidad, sin importar que sea un bebé o un niño mayor, sencillamente no lo conocemos, no lleva nuestra sangre y esto lo vuelve un poco más complicado que embarazarse y tener un hijo de nuestro mismo linaje.

Muchos podrán pensar que no es cierto todo esto, que desde luego que se puede amar a un niño adoptado como si fuera de la familia, no los contradigo, pero es importante dejar claro que estos pensamientos no son conscientes, no nos damos cuenta de que los tenemos y generalmente están muy guardados dentro de nuestro inconsciente que no los dejará salir facilmente, ese es su trabajo. 


Quiero dejar claro que no es mi postura desalentarlos acerca de la idea de la adopción, al contrario, me parece una vía muy buena para formar una familia y además cambiar la vida de un niño para siempre, pero sí debemos tener en cuenta todas las variables que pueden surgir, una de ellas es que las parejas suelen atemorizarse al pensar que el niño que van a adoptar tenga alguna enfermedad mental heredada de su familia biológica. En cuanto a este punto temo decirles que es una realidad, puede pasar, pero también puede que no suceda y la explicación viene de dos vertientes:

1. Algunas enfermedades mentales graves sí son hereditarias como por ejemplo: las psicosis y las perversiones, en las que las personas pueden tener alucinaciones, perder contacto con la realidad o ser incapaces de manerjarse normalmente en la sociedad.

2. Todos tenemos predisposición a padecer algunos trastornos psicológicos, pero que se desarrollen o no dependerá en gran medida del ambiente donde se vive.
 
Tomando en consideración estas dos premisas, podemos decir que es real que tengamos la suerte de adoptar un niño con cierta predisposición a sufrir algún trastorno mental grave, pero es posible que este nunca se desarrolle al no encontrar un detonante en el ambiente y la vida del niño.

Por ejemplo:  hay familias donde la esquizofrenia es un trastorno que se puede encontrar en varias personas de diferentes generaciones, la familia tendrá entonces predisposición a padecer este tipo de psicosis. Pero puede suceder que haya una persona de esta familia con la misma predisposición, misma genética y misma probabilidad de sufrir esta enfermedad y aún así no se desarrolló en ella ¿por qué?, se cree que puede deberse a que el ambiente no lo propició, es decir, no hubo un detonante que desencadenara los síntomas de la enfermedad. 

Cuando adoptamos un niño no sabemos el vagaje psicológico que tiene, no sabemos ni podremos saber nunca si sus padres, abuelos o tíos padecen alguna enfermedad de este tipo ni cual, por lo tanto, podríamos llevarnos una sorpresa en el futuro. No quiero decir con esto que todos los niños adoptados vayan para este camino, ni tampoco que no merecen ser adoptados por tener probabilidad de desarrollar una psicosis, lo que quiero decir es que la situación puede existir y debemos saber cómo actuar en caso de que se dé. 

Pensar que los protegeremos entonces de los estímulos que puedan desencadenar una enfermedad mental es como buscar una aguja en un pajar, son tantos y tan diversos estos estímulos que dificilmente podremos controlarlos todos o saber cuál es el que generaría el brote. 



¿Qué hacer entonces?

Mi recomendación es: si lo que quieren tu y tu pareja es adoptar un niño ¡adelante! no hay cosa más bella que abrir nuestro corazón desinteresadamente y hacer feliz a alguien. Pero tengan en cuenta siempre que no importando si el niño que adoptarán es un bebé o un niño mayor, la carga genética que tiene no cambiará nunca y la desconocemos así que debemos mantenernos atentos para poder ayudar y saber como reaccionar en caso necesario.

Espero les sea de utilidad esta información y recuerden que pueden contactarme para cualquier duda o comentario en este blog o en: www.facebook.com/eldivandelorena

¡Saludos!













Berrinches en preescolares ¿Por qué lo hacen? ¿Cómo evitarlo?

Los berrinches o rabietas en niños pequeños son muy comunes, no por esto dejan de ser molestos y avergüenzan a los padres cuando suceden en público. No todos los niños son propensos a reaccionar asi, incluso hay niños que pasan la etapa de los berriches sin haber hecho uno solo, en cambio hay otros que los hacen dos o hasta tres veces por día, arrasando con la paciencia y buena voluntad de los padres que terminan por perder los estribos y empeorar la situación.


Pero ¿por qué se dan los berrinches en niños pequeños?
Puede haber muchos factores que desencadenen una rabieta, pero lo que tienen en común es que su orígen está en la frustración, los preescolares todavía no saben reconocer bien algunas de sus emociones y mucho menos controlarlas, así que ante algo que no les parece bien se frustrarán y al no saber que hacer con la emoción explotarán llorando a gritos, patadas y aventando cosas.

Otro motivo es que a esta edad se da lo que se conoce como la "primera adolescencia", los niños buscan poner límites entre ellos y los padres, quieren ser autónomos y constemente están probando hasta dónde pueden llegar sin que se les ponga un alto. No es que sean rebeldes, es simplemente que están dejando de ser bebés  para convertirse en niños y ellos lo saben, así que buscarán arriesgarse, explorar y pasar los límites que han tenido hasta ahora para comprobarse a si mismos lo independientes que son, lo malo es que normalmente se les ocurren cosas que los adultos calificamos como inapropiadas o peligrosas y cuando se los hacemos ver estallan en frustración y enojo. 

 Y entonces, ¿cómo marcar límites sin llegar a la explosión?
Pregunta complicada, ya que cada niño tiene una personalidad diferente y reaccionará distinto a nuestra imposición de límites. Aún así, hay algunas cosas que podemos hacer en todos los casos y probar para saber cual funciona mejor con nuestro niño.

Es importante mencionar que debemos como padres aprender la diferencia entre lo que definitivamente no se puede permitir y lo que se puede aceptar aunque no nos guste la idea. Por ejemplo:
Definitivamente no podemos permitir que salga a la calle sin zapatos o en ropa interior, esto no está a discusión y así debemos hacerselo saber al niño. 
Por otro lado, hay cosas que, aunque no nos encante la idea podemos permitir, como por ejemplo usar una chamarra que el niño haya eligido en vez de que lleve la que teníamos pensada.

Así pues, hay que saber elegir qué batallas vamos a ganar y dejarle ganar algunas también (las más pequeñas), de esta manera sentirá que tiene poder de decisión y autonomía, aunque realmente no esté eligiendo nada priomordial. 

Otra cosa que podemos intentar es adelantarnos al berriche, si sabemos que proximamente tendremos que hacer algo que al niño no le va a gustar y desencadenará una rabieta, podemos irlo "preparando psicológicamente", hablar con él, explicarle con paciencia y sin regaños ni amenazas lo que sucederá y por qué tiene que ser así, es posible que el niño siga sin estar de acuerdo, pero por lo menos la rabieta no llegará al punto máximo al no tomarlo por sorpresa.

Un punto importantísimo en este tema, si no es que el más relevante, es no ceder después de la rabieta, es decir, seguir más o menos esta dinámica:
1. El niño quiere jugar
2. Le decimos que no puede porque es hora de dormir
3. Inicia el berrinche
4. Accedemos y lo dejamos jugar
5. Tu hijo aprenderá que reaccionando así obtendrá lo que quiere y lo repetirá cada vez que quiera conseguir algo.

Este aprendizaje no es sacado de la creatividad del niño, tiene un fundamento básico descubierto y estudiado desde hace muchos años por el fisiólogo ruso Iván Pavlov quien al hacer experimentos, descubrió que si se premia una actitud (como ceder en este caso) se refuerza positivamente y se repetirá ya que se ha aprendido. Si tu hijo ya aprendió, entonces es momento de reaprender y para esto hay que hacerlo que olvide que su comportamiento obtendrá recompensa.

¿Qué hacer cuando está en pleno berrinche?
  • No ponerse al nivel del niño gritando y manoteando, esto solo empeorará las cosas ya que ambas partes irán subiendo el tono de su enojo y al final nadie habrá ganado.
  • No intentes calmarlo premiandolo (recuerda a Pavlov), no le ofrezcas dulces o regalos, tal vez logres calmarlo pero aprenderá que su comportamiento da frutos.
  • No llegues a los golpes, es posible que tu enojo te supere y quieras calmar a tu hijo dándole nalgadas o pellizcos, tampoco funcionará por que solo se frustrará más y al final, te sentirás arrepentido por agredirlo.
  • Si la rabieta ocurre en un lugar público, comienza por desconectar tus ojos y oídos de los comentarios y miradas de las demás personas, para todos es muy fácil criticar pero si se encontraran en tus zapatos seguramente tampoco sabrían qué hacer. Tu hijo no es el primer ni el último niño que hace berrinches.
  •  Si te es posible, intenta no reaccionar ante la rabieta, puedes mirar al niño con desaprobación y seguir lo que estabas haciendo, tarde o temprano se calmará y se dará cuenta de que no surtió el efecto esperado, después de varias veces con esta misma reacción aprenderá que no obtiene nada más que agotamiento y comenzará a disminuir la intensidad de sus berrinches.
Generalmente estas situaciones comienzan a ceder y terminan por desaparecer alrededor de los 5 años, pero cuidado, un niño berrinchudo mal llevado puede dejar de tener crisis de llanto para convertirse en un niño mal criado pasando esta edad, así que mientras más pronto se corrigan los errores y se calmen las aguas, será mejor para el futuro de ambas partes.

Cualquier otra duda o comentario pueden envíarla mediante este blog, por facebook: www.facebook.com/eldivandelorena o a mi correo: lorena.amescua83@gmail.com

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