martes, 28 de julio de 2015

Fotos y más fotos ¿qué hay detrás de este comportamiento?

La pregunta en el título de este artículo es: ¿qué hay detrás del comportamiento de tomar miles de fotos a nuestros hijos, sobrinos, nietos?, la respuesta: no lo sé, y es que hay tantos y tantos factores que pueden llevarnos a fotografiar de más que no sabría decir cuál es el más fuerte. 

Este escrito no es una cátedra de psicología basada en un libro, es simplemente mi punto de vista de lo que parece ser una moda que ha llegado para quedarse. 

Son pocas las personas que teniendo acceso a Internet no usan redes sociales, Facebook, Instagram, Twitter, etc son herramientas que están siendo verdaderamente explotadas por sus usuarios y ¿pará qué las usan?, para hacerse notar. Si, estamos necesitados de reflectores, queremos que todos sepan lo que hicimos, lo que comimos y hasta que tal dormimos, pero lo primordial aquí es obtener respuesta de los otros, likes, comentarios, si una publicación no tiene respuesta no tuvo razón de ser y puede hasta causarnos cierta melancolía pasajera que no haya causado interés en ninguno de nuestros contactos. 

Pero existen una publicaciones que nadie pasa por alto y obtienen decenas de likes, comentarios y shares en menos de lo que canta un gallo y estas son las fotos de nuestros niños. Asi es, no estoy segura si por gusto realmente hacia ellos o por agradar a los padres, pero todos damos like a la foto de un niño disfrazado, con su pastel de cumpleaños o aprendiendo a caminar, incluso cuando nos parece que la foto no le favorece o cuando ni siquera fuimos invitados a la fiesta. 


Estos likes y comentarios aumentan la sensación de aceptación y pertenencia de los padres, dos emociones primordiales en la pirámide de necesidades de Maslow, sienten entonces que su hijo agrada a todos y que además ellos tienen muchos amigos, lo cual es solo un espejismo ya que en las redes todos parecemos cercanos pero en la vida real no frecuentamos ni a la tercera parte de nuestros "amigos" de Facebook o seguidores. Buscamos reconocimiento, lo necesitamos y es por esto que todos los logros, todos los éxitos y también todos los accidentes de nuestros hijos van a la red, han perdido entonces la privacidad y el respeto por su vida sin si quiera haberse dado cuenta. 

¿Qué necesidad hay de poner la foto del niño con el ojo morado por haberse golpeado mientras jugaba?; ¿o que tal la típica foto del examen con 10 perfecto o la medalla de algún deporte?, los niños no necesitan el reconociento o la compasión de los amigos la infancia de sus padres, pero nosotros, como adultos al parecer si.

Vivimos entonces en una irrealidad, tratando de sentirnos incluidos en un grupo, aceptados y por lo tanto realizados.  

Por otro lado, están los padres que fotografían todo sin subirlo a la red, lo guardan solo para ellos y esto me parece podría hablar de una necesidad de atesorar el momento, angustia de que el tiempo pase, de que los hijos vuelen, de que envejezcan, angustia que los psicólogos llamamos de separación. No dejan nada de trabajo a la memoria, porque todo está ahí, guardado en miles de fotos y videos que nadie volverá a ver, pero nos da tranquilidad saber que están seguros esos recuerdos que se nos van de las manos como agua.

Si vemos la misma situación desde el punto de vista del niño, estamos creándoles un mundo bizarro donde todo se sustenta en una foto. Nuestra autoestima como padres ya se nutrió al recibir miles de comentarios a nuestras publicaciones, pero la del niño se está nutriendo a partir de pensar que hasta lo más burdo merece ser fotografiado y por lo tanto le dará la sensación de que cualquier cosa por buena o mala que sea vale la pena gritarla a los cuatro vientos, se sentirán despreciados o tristes cuando no encuentren los aplausos y reflectores en su vida diaria, cosa que sabemos no existe en la realidad, así que la seguridad en ellos mismos penderá de un hilo y se romperá con facilidad, buscarán la atención de cualquier manera incluso accidentandose o rompiendo las reglas, al final del dia eso también se sube a la red y generará los comentarios tan esperados por padres e hijos. 

Peor aún es el caso de los niños a los que se les pide que "posen" para las fotos, al ser pequeños registrarán como bueno todo lo que sus padres o familiares les pidan y quedará asentado que el físico y lo externo es lo que complace a los adultos que le rodean, así que se olvidará de desarrollarse y mejorar en cualquier otro ámbito de la vida, incluso de adulto se esforzará por dar la mejor imagen posible sin importar mucho nada más. 

Asi que, mi recomendación aquí sería tomar las fotos que nos parezca pero respetando la privacidad de nuestros niños, no hacerlo buscando unicamente el reconocimiento, la aceptación, sino tomar las fotos que realmente queramos conservar no las que nos darán más "fama" en las redes.  

Respetemos a nuestros hijos, no creo que a nadie le guste que se publique una foto donde aparece llorando después de haber tenido un accidente, ni tampoco aquella donde se estaba bañando pero se veía muy lindo. Tal vez ahora sean solo niños y bebés que no saben que sus fotos están siendo observadas por cientos, pero un día lo sabrán o lo sospecharán y no les va a gustar. Demosles el respeto y la privacidad que merecen desde ahora.

Un saludo y recuerden que pueden contactarme también en facebook: www.facebook.com/eldivandelorena







jueves, 16 de julio de 2015

¿Tristeza por la partida de los hijos?: Sindrome del Nido Vacío

El término "sindrome del nido vacío" se refiere a la tristeza y sentimientos de soledad que los padres experimentan cuando los hijos se independizan y la casa que antes estaba llena de gente, de ruido, de entradas y salidas, se queda sola.

Y no es para menos, durante muchos años los padres, especialmente la madre, se han dedicado a ver por sus hijos, a cuidarlos y procurarlos y como sucede en muchos casos se han olvidado de ver por ellos mismos, dejando actividades o incluso el trabajo para estar con los niños que pasan de bebés a adultos en un segundo y cuando nos damos cuenta han hecho su propia vida y no requieren más de los cuidados amorosos de sus padres. 

Esta independencia supone para los padres un momento importante de su vida, de nuevo estan libres, solos, son como al principio una pareja y no una familia con niños. 


Alguna vez conocí a un matrimonio que pasó por esta situación y que lo expresaba así: "no sabemos como ser pareja, no nos acordamos con es eso porque en cuanto nos casamos nació nuestro primer hijo y dejamos de ser "novios" para convertirnos en padres, nunca más, hasta ahora que los chicos se han casado, volvimos a estar solo nosotros dos".

No todas las parejas experimentan esta sensación de soledad, algunos ni siquera la perciben y en otros puede ser devastadora, para saber cuándo se requiere ayuda debemos pensar en si esta tristeza interfiere con la vida normal y nos impide ser funcionales en las actividades diarias, si nos provoca problemas con la pareja o amistades o si los sentimientos son demasiado fuertes para manejarlos.

Algunos síntomas que se pueden experimentar son:
  • Aburrimiento
  • Ganas de llorar frecuentes
  • Sensación de que la vida a perdido sentido
  • Recuerdos constantes de los hijos y de cuando eran pequeños
Después de todo lo anterior sería lógico sugerir que si tus hijos aún no se van de casa intentes tener intereses y hobbies solo para tí. No vivas solamente para ellos, recuerda que ellos son una parte muy importante de tu vida, pero no pueden ser lo único que haya en ella. 

 Si ya se han ido y comienzas a sospechar que estas padeciendo el nido vacío, recuerda que siempre serás su madre/padre y ellos siempre serán tus hijos, sin importar donde vivan ni cada cuanto los veas. 

Intenta mantenerte en contacto con ellos ya sea con visitas, teléfono o si viven lejos por internet, pero no seas tampoco muy intrusivo ni los agobies llamandolos miles de veces al día, esto sería contraproducente. 

También puedes comenzar a revivir tu relación de pareja, ya sea que tus hijos se hayan ido o no, nunca es tarde para recordar lo que es estar enamorado y disfrutar actividades juntos, platicar, compartir y convivir.  

Espero que estos tips les hayan sido útiles y como siempre, les reitero que

pueden contactarme para cualquier cosa al respecto vía este blog o en www.facebook.com/eldivandelorena

¡Saludos!
 




viernes, 3 de julio de 2015

La obesidad y su relación con la psicología

¡Que tema tan de moda vine a escoger hoy!, todos nosotros, sin importar edad, sexo, cultura, religión, nacionalidad, estamos viviendo una campaña constante contra el sobrepeso, sabemos las implicaciones para la salud que conllevan una vida sedentaria con una mala alimentación, nos preocupamos por lo que comemos y si no, por lo menos sabemos qué es saludable y qué no.


Mucho se ha hablado ya de las consecuencias físicas y médicas de tener unos kilos de más, también conocemos las sociales, que en algunos casos dificultan a las personas encontrar pareja, ser aceptados en grupos escolares o trabajos, etc. Pero hay algo que pocos aceptan o conocen y es el hecho de que la psicología juega un papel primordial aquí, las personas con sobrepeso no lo son por gusto, hacen dietas muy diversas, se inscriben al gimnasio, se limitan en alimentos, incluso se someten a tratamientos médicos y cirugías extremas para lograr reducir tallas y kilos y finalmente llegan a su meta, la mantienen unos meses y vuelven a subir de peso ¿por qué?, hicieron todo lo que estaba a su alcance, pero olvidaron una parte fundamental que ha todos nos controla sin que nos demos cuenta: la mente. 

Ya lo decía Freud, no gobernamos ni en nuestra propia casa, y con esto se refería a que la mente nos juega trucos para lograr (o no lograr) alguna cosa ¡y ni siquiera nos damos cuenta!, si, extraño pero así funcionamos. 

Así pues, en el caso de la obesidad, existen factores psicológicos que impiden que la persona logre su objetivo de bajar de peso y ser más saludable.

Primero lo primero: los factores biológicos, en nuestro cerebro existen muchas sustancias que nos ayudan al buen funcionamiento del mismo, a "comportarnos" de maneras aceptables y a sentirnos bien, estos son los llamados neurotransmisores, de los cuales ya habíamos hablado en otras entregas del diván. Entre ellos están la serotonina y la dopamina, de acuerdo con estudios científicos realizados en personas obesas, una alteración en los niveles de cualquiera de estos dos puede hacernos preferir los alimentos chatarra o altos en carbohidratos sobre los saludables, también, una dopamina baja puede contribuir a que el individuo busque comer más para sentirse mejor y así nivelarla hasta puntos aceptables para el cerebro. 

Por otro lado, tenemos los factores psicológicos, aquí caen las personas que comen cuando sienten ansiedad o nerviosismo (para sentir satisfacción y mitigar las emociones negativas), las que al deprimirse o pasar por una situación muy triste comen de más y desde luego, las que siempre han tenido sobrepeso, recaen en cada intento por bajar y ya se acostumbraron a ser así. 

Estos últimos tienen mucho trabajo por hacer en una terapia psicológica: ¿por qué el conformismo?, ¿qué te hace sentir ser así, como te afecta? y una pregunta muy profunda que requerirá el apoyo de un profesional para lograr escarbar en la mente hasta encontrar la respuesta: ¿qué es para ti la obesidad, qué simboliza en tu vida que no puedes dejarla ir?.

Como verán cada paciente tiene su historia y por lo tanto no es posible encontrar de una vez y en un solo lugar las respuestas. Eso depende de cada quien, de su vida, de sus emociones. 

Este artículo va para quienes de verdad ven en el sobrepeso un problema, para quienes esos kilos afectan de manera negativa su vida, su trabajo, sus relaciones y que han intentado mil formas de bajar y parece nada resultar de sus esfuerzos. ¡Acérquense a un profesional!, lo mejor sería trabajar en conjunto: médicos, nutriológos y psicólogos o psiquiatras, para poder atacar el problema desde todos sus puntos, si dejamos uno olvidado corremos el riesgo de una recaída. Recordemos que este es un problema integral: físico y psicológico, que puede además verse afectado por factores hereditarios y de costumbres, así que tratémoslo de esta manera y no nos olvidemos de ninguna de sus variables.

Como siempre, espero les sea útil esta información y si quisieran ahondar más en el tema pueden contactarme directamente dejando un comentario en este blog o escribiendome en www.facebook.com/eldivandelorena

¡Saludos!