lunes, 6 de abril de 2015

Ansiedad real: el caso de Paola

Todos hemos oído o leído acerca de los síntomas de la ansiedad, de las crisis que provoca y de miles de recetas que prometen hacernos sentir mejor, pero en mi experiencia siempre es mucho más didáctico y comprensible hablar de casos reales, con los cuales la gente pueda identificarse, a llenar este espacio de teoría que pareciera sacada de un libro de texto.

Así pues, si les parece, estaré comentando casos reales de gente verdadera, como tu y como yo, de como la ansiedad se ha hecho presente en su vida y como lo sobrellevan. 

Comenzaré por el caso que me es más familiar, el caso de Paola, en otros posts ya había hablado de ella, pero me parece que hay mucho más que decir, no es un caso que esté totalmente resuelto y cerrado, se está desarrollando en estos momentos y todo lo que aquí les comente será practicamente en tiempo real.

Pero comencemos con un poco de historia:  desde pequeña Paola siempre fue algo insegura, miedosa y sobre todo muy preocupona, las cosas que a los otros niños ni se les ocurrían a ella le causaban una gran angustia, le atemorizaban los elevadores, el viento, los sismos, los aviones y la lista continúa, pocas veces hablaba de ellos con su familia, pero ellos sabían lo que sentía.

Con los años, estos miedos de niña comenzaron a desaparecer pero en su lugar surgieron temores de adulto, miedos a cosas más complejas y menos "fantasiosas". Esto podría deberse a que existen personalidades que son más "angustiables" que otras, es decir, dependiendo de nuestra personalidad se determinará la facilidad con la que nos anguistiamos, así como la intensidad y duración de esta angustia.

Paola es muy aprehensiva, tiene ratos de hipocondria y ve peligros por todos lados, como vimos, su personalidad no le ayuda, pero tampoco la educación que recibió de niña. Creció con una madre igualmente angustiada, muy preocupada siempre por ser perfecta en su higiene, arreglo, puntualidad, pero sobre todo, muy pendiente de la imágen que proyectaba a los demás, así pues, Paola aprendió a vivir angustiada por todo esto y tratando de complacer las exigencias (a veces absurdas) de su madre y la sociedad.

Le hicieron creer entonces que nada de lo que hacía estaba a la altura de lo que su madre hubiera esperado, asi que comenzó a pensar que no era inteligente, que no podía hacer las cosas por si misma, que sus decisiones eran malas y que por lo tanto, debía estar siempre debajo de las faldas de su "perfecta" madre, aún a sus 20 años, ella se sentía así.

Una jóven dependiente, inmadura, angustiada y con baja autoestíma no lleva a nada más que a una ansiedad crónica, que aparece en todos lados y que en este caso llevó a Paola a un trastorno psicológico llamado trastorno de pánico.

Pero no quiero cansarlos con tanta historia de un golpe, así que mañana continuaré relantando esta historia para poder ponernos al dia con la vida de Paola y poder seguir su caso.







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