Una
fobia se define como el miedo irracional y excesivo hacia algo, que
puede ser circunstacias, objetos, animales o personas.
Una
persona fóbica vive con ansiedad e intenta no toparse nunca con
aquello que le produce miedo, en caso de encontrarse en una situación
que le produzca temor, reaccionará con los síntomas físicos
característicos de la ansiedad y la angustia como pueden ser:
taquicardias, sudoración, necesidad de salir del lugar donde se
encuentre, mareos, temblores e incluso desmayos.
Dada
la naturaleza de los síntomas físicos que las fobias producen, es
posible que las personas busquen respuestas en la medicina más que
en la psicología, pueden aparecer ideas hipocondriacas o miedo a la
muerte.
La
esencia de la fóbia radica entonces en la evitación de las
situaciones que produzcan ansiedad, el temor a repetir los síntomas
de la ansiedad es a veces mayor que el miedo mismo al objeto al que
se teme y el solo hecho de pensar que en un futuro se puede repetir
la crisis produce aún más ansiedad, a esto le llamamos angustia
anticipatoria.
La
mayoría de las fobias se relacionan con objetos o situaciones con
las que el paciente
se encuentra a menudo, lo cual hace que la vida diaria se vaya
mermando y disminuya en calidad y funcionalidad.
Una
persona fóbica sabe que sus miedos son irreales y exagerados, pero
no puede evitar sentirlos, intentará entonces dominarlos y tal vez
lo logre, pero solo superficialmente, ya que el miedo inicial
prevalece mientras que los síntomas se van transformando en nuevos a
medida que el paciente los va dominando, lo cual genera una sensación
de vulnerabilidad que solo aporta mayores temores, de esta manera,
puede suceder que inicialmente se tenga miedo a una sola cosa,
posteriormente a dos y luego a tres, extendiendo de esta forma los
miedos a todos los ámbitos de la vida.
Rasgos
de caracter fóbico:
- La raíz del miedo es inconsciente: es decir, no saben por qué le temen a ciertas cosas y en ocasiones no recuerdan la primera vez que les atemorizó.
- Las evitaciones de actividades son explicadas por ellos mismos a otras personas como cuestiones de gusto, por ejemplo, una persona con miedo a los aviones dirá que no viaja por que no le gusta, es dificil que acepte la verdadera razón y posiblemente le gustaría viajar, pero su miedo no se lo permite.
- En algunas ocasiones pueden llegar a sentir envidia por las personas que no padecen fobias y que llevan una vida más libre que la de ellos.
- El paciente teme por su seguridad, se ve constantemente en situaciones de peligro, por lo tanto evita experimentar nuevas actividades donde no se sienta seguro.
Tipos
de personalidades más propensas a las fobias:
- Obesisivos: Pasan horas pensando en su fobia y como evitarla, la angustia anticipatoria que sienten es incluso más fuerte que la fobia misma, crean rituales para minimizar su ansiedad.
- Histéricos: dramatizan fuertemente sus síntomas, esperan captar la atención de los demás y generalmente versan sobre sexo y dependencia.
Por
otro lado, tenemos a las personas contrafóbicas, que se caracterizan
por tratar de imponerse a sus miedos y realizan actividades que
conllevan un peligro real pero temen de las que no representan ningún
peligro.
Para
todos estos casos existe solución y la hayamos en la psicoterapia,
generalmente la más útil en este tipo de miedos es la conductual,
pero desde luego que existen muchas otras opciones que también
pueden funcionar, recordemos que no todos los pacientes son para
todas las terapias y viceversa.
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