viernes, 24 de abril de 2015

Hijos de padres divorciados: ¿son menos felices?

Mucho se ha hablado de este tema, existen opiniones encontradas, desacuerdos, mitos, leyendas urbanas. Lo que yo puedo decir al respecto es que no hay una verdad absoluta aquí, como siempre en la psicología, se debe analizar caso por caso, todos son diferentes y se deben ver desde esta perspectiva de hetereogenidad.

No podemos asegurar que los hijos de padres divorciados sufran más,  como tampoco es verdad universal que los niños que viven con sus padres aún casados sean más felices o tengan menos problemas psicológicos. 


Pensemos un poco desde ambos enfoques, en el primer caso los niños saben que sus padres ya no se llevan como antes, pueden pensar que se han dejado de querer o que se odian, suelen estar en medio de los conflictos entre ambos progenitores, quienes consciente o inconscientemente los usan a su conveniencia para manipular al otro.

No es raro ver casos en los que la madre le dice al hijo "cuando veas a tu  papá le dices que no me ha pasado la manutención, que ya saque sus cosas de la casa, que no te lleve con su otra familia y que si lo hace ya no te voy a dejar que salgas con él". 

Mientras tanto, por el otro lado el padre le dice al niño: "dile a tu mamá que no quiero que te lleve de vacaciones esta semana porque yo quiero verte y te voy a extrañar, mejor vámonos nosotros de fin de semana a la playa, no le digas a tu mamá que te dejé hacer esto o lo otro que ella no te permite hacer" y esto por citar algunos ejemplos que se me ocurren, ya que la lista puede ser interminable, casi tanto como la creatividad de los padres en cuestión. 

Definitivamente esto no es justo para los niños, de verdad la pasan mal, están siempre entre la espada y la pared, tratando de complacer a ambos bandos y sintiendo tristeza, ansiedad o preocupación cuando las riñas (que están a la orden del día) se hacen presentes. Ellos aman a sus dos padres  y no quieren tomar partido por ninguno, el problema reside en que tanto mamá como papá suelen criticar al otro padre con el niño, a veces es inconsciente y sin dolo, y esto destruye la imagen que los hijos tienen de ellos y les causan verdaderos conflictos.


Asi pues, un niño que vive con su mamá y pasa solo algunos fines de semana con su papá, se sentirá cada vez menos cercano a él, lo cual puede repercutir en su desarrollo de varias formas, por ejemplo, la sociabilidad está dada por el padre, ¿a qué me refiero?, a que para que un niño pueda socializar de manera natural con otros niños o adultos toma el ejemplo del padre, esta figura le da seguridad y si no lo tiene presente en su dia a dia puede mermar el desarrollo de esta habilidad que es primordial para cualquier ser humano.

Por otro lado tenemos a los niños que viven con ambos padres, cualquiera pensaría que todo es miel sobre hojuelas en estos casos pero no siempre es así. Si los padres se llevan bien y hay armonía en la famila no tendremos porque tener ninguna dificultad, pero ¿qué pasa cuando los padres tienen conflictos continuamente, hay distancimiento, hostilidad e incluso otras parejas fuera del matrimonio pero no se separan para no hacer pasar a sus hijos por la experiencia traumática del divorcio?

¿A quién quieren engañar estos padres?, los niños son niños no tontos y se darán cuenta enseguida de que algo no anda bien, pueden percibirlo incluso cuando no han visto ni oído a sus padres discutir nunca. La atmósfera familiar cambia, el ambiente está tenso, hostil, el  mal humor de los padres se refleja inmediatamente en el trato que dan a los hijos, esto siempre ocurre, no importa que tanto se trate de disimular, los niños son muy perceptivos y los adultos se delatan facilmente. 

Los niños que viven en esta situación comenzarán a manifestar los signos de la ansiedad, la preocupación, la angustia que sienten en malas calificaciones, pérdida de apetito, desgano por hacer cosas que antes disfrutaban, irritabilidad y rebeldía y no es que sean mal educados o groseros, es simplemente que no saben que está pasando ni dentro de ellos ni fuera. 

Asi que, como podemos ver, sufren tanto unos como los otros cuando los padres tienen problemas, no queramos tapar el sol con un dedo al decir que no aprobamos el divorcio por el bien de los niños.

Pero no todo es terrible, existen familias que definitivamente funcionan mejor con distancia de por medio entre los padres, los hijos no viven la angustia de estar esperando una explosión de gritos en cualquier momento, saben que sus padres están mejor separados pero que los siguen amando y ellos no son los culpables de este distanciamiento, esto lo entenderán cuando se los expliquemos con calma y paciencia, nunca de otra manera. 

En resumen, a mi manera de ver, la respuesta a la pregunta inicial es no. 
No es cierto que los hijos de padres divorciados sufran más que los otros o sean menos felices. Tampoco es cierto que los hijos de padres casados la pasen mejor solo por el hecho de tener a sus papás bajo el mismo techo.

Asi que queda en cada pareja decidir ¿qué estilo de vida es mejor para nuestros hijos? y ser congruente con la decisión tomada.

Espero les haya gustado este artículo, que más que artículo es opinión y les sea de utilidad para tomar decisiones.

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¡Saludos!

 

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