viernes, 3 de abril de 2015

Estrés

Un tema que me han pedido y que seguramente a todos nos interesa ya que, en algún momento de nuestra vida, lo hemos sentido.

El estrés es la respuesta física que tiene el cuerpo ante una situación o pensamiento tensionante, algunas personas trabajan muy bien bajo estrés y les motiva sentirse presionadas, pero cuando el estrés es parte de la vida diaria y está presente todo el tiempo, entonces ya no es tan positivo y puede dañar la salud, tanto mental como física.

Si el estrés se prolonga más tiempo de lo que dura la situación que lo desató puede desencadenar trastornos psicológicos, como depresión o ansiedad, además de que conlleva afecciones físicas que pueden incluir: diabetes, problemas gástricos, hipertensión, dermatitis u obesidad.

Esto me recuerda a un profesor que durante la universidad nos decia: “recuerden, cuando la gente les diga que necesitan un dermatólogo para curar el eczema, un gastroenterólogo para curar una gastritis o un cardiólog para ayudarle a bajar la presión arterial, ustedes respondan que además del tratamiento que el médico sugiera, vayan con un psicológo, ya que en muchas ocasiones estos trastornos son de origen emocional”.

En muchas ocasiones el estrés desaparece por si solo sin necesidad de hacer nada, pero en otras no solo no desaparece, sino que además va empeorando cada vez más y agrega síntomas físicos o psicológicos nuevos.

Hace algunos años, conocí a un paciente que comenzó con pequeños miedos a cosas sencillas, después se fueron volviendo cada vez más intensos y empezó a tener miedo, o incluso fobia a salir de su casa, comentaba que el hecho de tener que caminar unos cuantos pasos fuera de su casa para recoger el correo o dejar la basura le pàrecía practicamente imposible, tenía un miedo terrible a que algo malo le sucediera mientras estaba fuera y procuraba ir y volver lo más pronto posible para evitar esa sensación de malestar y temor que le producía estar fuera de su casa.

Este aislamiento hubiera terminado indudablemente en depresión, por suerte para él, buscó ayuda psicológica y poco a poco con ayuda de una terapia y un tratamiento con fármacos recomendado por el psiquiatra, comenzó a retomar su vida y a volver a realizar las actividades cotidianas sin ningún problema, esto no quiere decir que nunca haya vuelto a sentir miedo o angustia, en efecto, se pueden repetir algunos episodios, pero con un tratamiento adecuado se adquieren las herramientas para poder controlarlos y seguir adelante.

Es momento de buscar ayuda cuando se tienen síntomas por estrés como: taquicardias recurrentes, mareos, miedos irracionales, imposibilidad de realizar actividades que antes se hacían con normalidad, sentimientos de angustía o depresión.

Cualquier pregunta o comentario no dudes en hacermelo saber, ¡la salud es prioridad!

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