lunes, 20 de abril de 2015

Miedo a los aviones: aerofobia





El miedo a volar o a los aviones se conoce como aerofobia, es uno de los miedos más comunes que existen. Se calcula que solo el 5% de las personas que viajan en avión no tienen ningún tipo de temor y lo hacen con tranquilidad.

A pesar de ser muy frecuente sentir algún tipo de ansiedad al volar, es extraño, ya que se considera al avión como el medio de transporte más seguro, si es así ¿por qué nos atemoriza tanto?.

Empecemos por lo más lógico: porque el cielo no es natural para el ser humano, por lo tanto nos sentimos más cómodos en ambientes que nuestro cuerpo domina como la tierra y el agua en algunos casos.

Por otro lado, algunos miedos que nada tienen que ver con los aviones y que incluso se pueden presentar en tierra se conjuntan durante el vuelo, aumentando nuestra ansiedad, un ejemplo podría ser el miedo a sentirse encerrado o claustrofobia, definitivamente durante el vuelo nadie puede salir y esto puede provocar ansiedad, así que el temor real sería a sentirse encerrado y no tanto a volar, pero puede confundirse o incluso mezclarse con este. 

Otro ejemplo podría ser el temor a las altas velocidades o a las alturas, esto puede hacer que subirse a un avión sea todo un reto. 

En el caso de personas con ataques de pánico, el temor puede presentarse antes de subir al avión, incluso con semanas de anticipación, por el miedo a presentar una crisis durante el vuelo y no poder huir o no recibir ayuda. 

¿Cómo superar el temor a los aviones?
Antes de pensar en el cómo, es recomendable identificar el grado de ansiedad que produce el viajar en avión. No todas las personas sienten lo mismo respecto a este tema y trataré de identificar los niveles que existen al respecto:

1.  Nerviosismo leve: en este nivel cabrían las personas que suben al avión sin mayores complicaciones. Pueden mantenerse y controlar su ansiedad durante todo el vuelo, incluso si se presentaran turbulencias. En algunos momentos pueden sentir nervios o temor pero en pocos minutos logran controlarlo y vuelven a la normalidad enseguida. 

2. Nerviosismo moderado: son personas que comienzan a sentir ansiedad dias antes de viajar en avión, suelen presentar trastornos físicos antes y durante el vuelo como pueden ser: insomnnio, mareos, diarrea, sudoración o palpitaciones. De cualquier manera pueden abordar el avión y en algunos casos recurren a medicamentos traquilizantes para sentirse mejor durante el viaje. Es común que permanezcan muy atentos a todo lo que ocurre a su alrededor, angustiados por cualquier cosa que pudiera ser una señal de alarma, como la luz de mantener el cinturón de seguridad abrochado, mensajes desde la cabina de pilotos o sobrecargos, sonido de los motores, etc. 

3. Fobia: estas personas buscan a toda costa evadir o postergar los viajes en avión, incluso meses antes del vuelo se sienten nerviosos y desesperados. Pueden faltar a eventos importantes y viajes de trabajo o vacaciones con tal de no afrontar el miedo que sienten. En la mayoría de los casos saben que su temor es exagerado e infundado pero no pueden controlarlo.

Dependiendo el nivel de ansiedad en que se encuentre cada persona será el tratamiento recomendado, cuando más bajo es, más fácil y rápido será tratarlo. 


Sugerencias para manejar el miedo a volar:
  • Procurar no consumir o disminuir el consumo de cafeína, ya que puede alterarnos más.
  • Buscar mantenerse distraído durante el vuelo, leer, jugar, ver una película o escuchar música  pueden ayudar.
  • Viajar con zapatos bajos y ropa holgada, esto ayudará a estar más cómodos y manejarse con mayor facilidad.
  • En caso de turbulencia, recordar que a pesar de ser molestas e incluso aterradoras en casos extremos, no suponen riesgo alguno para la nave.
  • Si la ansiedad comienza a ganar terreno, recuerde respirar lentamente, inhale y exhale despacio, procure no solo "inflar" el abdomen con el aire, sino llenar los pulmones, esto lo logrará respirando por la nariz unicamente.
  • Realizar el ejercicio de la puerta de la ansiedad o del refugio: este consiste en imaginar una  puerta junto a nosotros, abrirla y "arrojar" dentro el miedo y la angustia, visualizarnos cerrando la puerta y dejándola atrás sin voltear a verla. La ansiedad está encerrada ahí, nosotros mismos le cerramos la puerta y se ha quedado atrás. 
  • Otra técnica es imaginarnos en un lugar bonito, crear ahí un refugio (cueva, casa, etc.) y protegernos ahí de los peligros de fuera

Espero que les haya sido de utilidad esta información, cualquier duda o comentario pueden contactarme dejando un mensaje en la sección de abajo o via facebook: www.facebook.com/eldivandelorena o twitter: @eldivandelorena.

¡Saludos!








 


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